Ya la noche
había abierto sus alas,
ya el
destino se apoderó de las almas.
No quiso el
pasado interponerse esta vez
dejando que
el amor me embriagara.
Quiso que
fuese hoy y no ayer
el día que
mis labios te hablaran.
Rozaron el
mar, surcando tu boca
sutil
encuentro de ambrosía,
dulce néctar
de pasión.
Entre
recuerdos de nostalgia
surgió
rebelde un corazón que herido
se aferró a
la vida en cada caricia que te entregaba.
Hoy habló mi
corazón
con palabras
de oro
dejando que
fueses tú su hada.
Quiso que
fuese hoy y no ayer
cuando al
fin te hablara.
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