Antes de ti, la soledad dibujaba amargura en su piel,
la lluvia era gris, afilada en sus trazos, agónica al morir,
los días melancólicos empujaban el agua hacia la noria eterna
mientras el sueño de despertar dormía en cada intento de soñar
Cuando llegaste amaneció de nuevo la vida,
con una sola palabra quebraste lo efímero,
con una sola de tus caricias teñiste de púrpura el mar,
con una sola de tus sonrisas detuviste la tristeza en el tiempo.
Con tu primer beso me aferraste a tu alma,
fue tu cuerpo quien tradujo mis olvidados versos de la pasión
cómplice de susurros y adolescente ternura.
Fue tu alma quien rescató la mía del desván de la desidia,
la que sumergió en el abismo los retales de mis miedos
Fuiste tú, al llegar, la que con una sonrisa me devolviste la luz
Un regalo precioso para terminar el día. T'estimo .
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